31/7/08

Las nuevas opciones de tratamiento para la enfermedad de Parkinson son prometedoras *


Las nuevas opciones de tratamiento para la enfermedad de Parkinson son prometedoras

Autora: Kathleen Louden
Publicado em 01/07/2008

Chicago, Ilinois. Los resultados de un estudio de fase II sobre una nueva molécula no ergótica, llamada pardoprunox (SLV308, Solvay Pharmaceuticals) demuestran que puede ser eficaz en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson (EP), pero los efectos adversos podrían representar un problema con este nuevo preparado.

En un estudio separado, la administración transdérmica de un profármaco de levodopa aumentó los niveles del fármaco en un reducido grupo de pacientes, lo que suscita esperanzas para producir un parche de levodopa.

Ambos estudios se presentaron en forma de cartel en el 12 Congreso Internacional sobre Enfermedad de Parkinson y Trastornos del Movimiento, patrocinado por la Movement Disordes Society.

Pardoprunox fue mejor que placebo

En el primer estudio, un ensayo clínico internacional, de fase II, de prueba del principio, se comparó la eficacia y tolerabilidad a corto plazo de pardoprunox con placebo en 139 pacientes con EP en estadio inicial. Según describen los autores, el pardoprunox, que combina un agonista dopaminérgico parcial y un agonista serotoninérgico total, ha demostrado su utilidad en modelos animales de EP.

En opinión de la autora principal, la Dra. Juliana Bronzova, MD, DSc, de Solvay Pharmaceuticals, en los estudios publicados no se ha alcanzado un consenso sobre la eficacia de los agonistas dopaminérgicos parciales en el tratamiento de la EP. “Sin embargo, el fármaco posee un complejo mecanismo de acción”, comentó en una entrevista.

Además, añadió que la serotonina se ha utilizado en el tratamiento de la discinesia.

En su estudio, los investigadores asignaron aleatoriamente a 69 pacientes EP a recibir el fármaco activo y a 70 a recibir placebo. Los pacientes tenían más de 30 años de edad y ninguno era portador de un parkinsonismo secundario, un síndrome Parkinson plus, o un trastorno psiquiátrico actual.

En los que recibieron pardoprunox se efectuó una titulación fija-flexible de la dosis durante 2-6 semanas desde 9 a 45 mg/día, determinando la tolerabilidad la tasa de titulación, según mostraron los resultados de los autores. Sólo recibieron una dosis más alta, de hasta 45 mg/día los pacientes que pudieron tolerar una de 30 mg y en los que era predecible una eficacia adicional. Para todos los que recibieron pardoprunox, la dosis de mantenimiento durante 3 semanas se siguió de una disminución progresiva y de la interrupción de la medicación durante la semana de seguimiento.

La principal variable analizada fue el cambio desde el período basal hasta el término del tratamiento en la puntuación motora de la Parkinson s Disease Rating Scale (UPDRS). En ambos grupos se observaron puntuaciones motoras medias similares en el período basal.

En el punto final del estudio a las 10 semanas, se identificó un número significativamente mayor de pacientes que respondieron en el grupo tratado con pardoprunox que en el placebo (50,7% comparado con 15,7%; p < 0,0001, 2 colas), según observaron los autores. Según se menciona en el resumen, la puntuación motora en la UPDRS disminuyó desde el período basal en una media de 7,3 puntos en el grupo pardoprunox y sólo tres puntos en el placebo (p < 0,0001),.

Los efectos adversos constituyen un problema

Como mencionan los autores, se produjo como mínimo un efecto adverso en 59 pacientes (86,8%) en el grupo tratado con pardoprunox y en 38 (54,3%) de los tratados con placebo. En el grupo tratado con la sustancia activa los efectos adversos más frecuentes fueron las náuseas (41,1%), mareo (26,5%) y somnolencia (25%). Como antiemético, los pacientes recibieron domperidona, un fármaco no aprobado en los Estados Unidos.

Antes del término del estudio, 22 pacientes abandonaron el tratamiento con pardoprunox: 15 debido a efectos adversos y siete por otras razones (“retirada del consentimiento”). No completaron el tratamiento siete de los tratados con placebo, seis lo interrumpieron debidos a efectos adversos. Los autores destacan que cinco de los 47 pacientes que completaron el tratamiento con pardoprunox no alcanzaron la dosis de 9 mg/día.

Según comenta la Dra. Kathleen Shannon, MD, una neuróloga del Rush University Medical Center, en Chicago, Illinois y copresidenta del comité de organización local del congreso, “los efectos adversos son numerosos para un estudio efectuado a corto plazo. Algunos pacientes podrían haber permanecido en el estudio a pesar de experimentar estos efectos adversos porque sabían que era de breve duración”.

Medscape Neurology & Neurosurgery solicitó a la Dra. Bronzova que comentara el perfil de efectos adversos y ésta reconoció que “es necesario optimizar la titulación y la selección de la dosis en los estudios futuros. Observamos una frecuencia excesiva de náuseas que debe resolverse.

El parche distribuye la levodopa al torrente circulatorio

El segundo ensayo, un estudio piloto efectuado en seis individuos voluntarios, sanos en Israel, examinó el parche que contiene un profármaco de levodopa.

El parche se aplicó en la espalda durante 24 horas. Además, se administró carbidopa (50 mg) por vía oral a intervalos cada 8 horas. Se obtuvieron muestras de sangre en varios puntos de tiempo y, mediante cromatografía líquida y espectrofotometría de masas, se determinaron las concentraciones plasmáticas del éster de levodpa, levodopa, 3-O-metil-dopa, y carbidopa.

Los autores observaron que el fármaco administrado por vía transdérmica mantuvo unos niveles sanguíneos terapéuticos de levodopa (500-1.000 ng/ml) hasta que se retiró el parche. Después de su retirada, los niveles plasmáticos de levodopa disminuyeron lentamente, lo que sugiere una liberación lenta levodopa durante la administración transdérmica del profármaco, según se menciona en el resumen. A las 24 horas, no se detectaron concentraciones sanguíneas de levodopa en ningún punto de tiempo, lo que sugiere una hidrólisis rápida del éster después de la penetración cutánea.

Según describe el principal autor, el Dr. Moshe Kushnir, MD, Director del servicio de neurología del Kaplan Medical Center, en Rehovat, Israel, “éste es el primer estudio en seres humanos en el que se demostraron concentraciones sanguíneas terapéuticas casi constantes de levodopa durante la administración transdérmica. Este nuevo método de administración del fármaco podría ofrecer una opción terapéutica práctica para pacientes EP que experimentan complicaciones motoras”.

La Dra. Shannon de la Rush University advirtió que los resultados son preliminares pero que considera interesante que el éster de levodopa administrado por vía transdérmica se convierta en levodopa en el organismo.

Por último, la Dra. Shannon comentó “todos nuestros pacientes desearán el parche de levodopa”.

Este último estudio se financió con una beca de la Michael J. Fox Foundation for Parkinson's Disease Research. El Dr. Kushnir trabaja en NeuroDerm, que fabrica el parche del profármaco de levodopa. La Dra. Bronzova trabaja en Solvay Pharmaceuticals, que produce el pardopunox. El Dr. Sullivan no declaro conflictos de interés pertinentes.

medcenter.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario